¿Todos aportamos en la lucha por la libertad?
Contraste de zonas afectadas y zonas no afectadas
Acoso a chavistas internacionalmente
Nubes de gases lacrimógenos,
miles de perdigones y metras, lluvias de piedras y negocios saqueados,
Venezuela sigue con las masivas protestas contra el presidente Nicolás Maduro. Desde
el mes de abril hasta
los momentos, la población venezolana ha realizado una consecutiva serie
de
protestas y manifestaciones en contra del gobierno venezolano. Todos
salen a marchar con el mismo objetivo, tener una venezuela libre. Pero
en las calles se nota división, indiferencia, no todos participan, las
zonas tienen un fuerte contraste, unas muy tranquilas y otras muy
reprimidas.
Muchas personas, en
determinados lugares, luchan cada día por derrocar al régimen, generando
grandes consecuencias en los lugares que viven. Sin embargo, hay otras zonas
que salen ilícitas de todo esto, como que si no fueran parte del mismo país.
Santa Fe, Altamira, Av.
Libertador, El Paraíso, El Valle, La O´Higgins, Montalbán, entre otras zonas
son víctimas de una brutal represión. Mientras que Vista Alegre, Santa Rosa de
Lima, La Lagunita, Santa Paula, Santa Marta, La Tahona, entre otras, son
lugares en los que no pasa absolutamente nada, pues pareciera que son parte de
otro país, ni una calle han trancado en estos meses de manifestaciones.
Santa Fe- Junio 2017 |
Vista Alegre- Junio 2017 |
Estas dos fotos son tomadas con minutos de diferencia, en una se muestra el sector Santa Fe a
las 6:20pm trancado, con guarimbas, y mucha gente en protesta pacífica
sufriendo de una fuerte represión. Y la otra foto, es de Vista Alegre prácticamente
a la misma hora, de las calles vacías y se aprecia un ambiente tranquilo. Aquí
es donde vemos la indiferencia de muchos, cómo es posible que en algunos lugares
la gente se está muriendo por una lucha que es de todos, y en otros lugares las personas actúan como que si no pasara nada.
Ella es Grace Chacón, actriz
y nueva animadora del programa Atómico, quien vive en Santa Fe, ella comentaba
que “mi día a día es bastante limitado, tengo que tomar caminos verdes para
poder llegar a mi trabajo. Aquí siempre está trancado, y gracias a Dios que
vivo en el PH, porque a las personas del piso uno les ha llegado el gas
lacrimógeno a sus hogares. No quiero que las protestas paren, he participado en
varias de ellas. Todos los vecinos vivimos asustados de que los colectivos entren al
edificio, Dios nos libre. A mí no me importa no poder salir de mi casa los días
que Santa Fe está colapsada por las manifestaciones, más bien creo que este es
el momento de librarnos de la dictadura que nos gobierna, y por eso estoy
dispuesta a sacrificar mi cotidianidad”
Mientras que Ivana Rodríguez
que vive en Vista Alegre asegura que “esto parece Narnia, la verdad es que no
pasa nada por aquí, a pesar de que es una zona en la que la mayoría somos
opositores, nunca se ha trancado ni siquiera una calle. Me parece muy
desalentador que una zona opositora no haga nada. Mi día a día está
prácticamente normal, puedo llegar fácilmente a los comercios que están cerca
de mi casa sin peligro de gases lacrimógenos. Solo marché dos veces, mi mamá no
me deja asistir a estas manifestaciones, sin embargo me mantengo al tanto de
realizar donaciones. Me encantaría que Vista Alegre, y otros sectores que no hacen
nada, se unieran a la causa, muchos quieren a Maduro fuera y no hacen nada por
ello. Con trancar una calle ya estaríamos aportándole algo a Venezuela".
Con estos dos testimonios se dice mucho. Dos personas, en una misma ciudad, llevan un día a día completamnete distinto. Grace tiene una vida mucho más limitada que Ivana, debido a las protestas, trancazos, marchas, etc.
Todo esto se remonta a las protestas del 2014 ocurridas en Venezuela, cuando la creciente preocupación por la economía, los niveles de criminalidad y corrupción llevaron al comienzo de las protestas en contra del gobierno de Nicolás Maduro. En estas protestas el contraste de zonas afectadas y zonas no afectadas era muy notorio, ya que Altamira se convirtió en un centro de lucha constante, a pesar de que también se hicieron marchas y paros nacionales en distintas zonas, la mayoría de las veces el resto de Caracas estaba tranquila, el foco principal de lucha siempre fue la Plaza Altamira de Caracas. Sin embargo toda esta guerra en contra de Nicolás Maduro acabó cuando el presidente, a través de una cadena nacional, dio un ultimátum a los opositores que se reunían desde comienzos de febrero en la Plaza Altamira, lo que conllevó al fin de las protestas de ese año.
Pero en realidad eso generó que las personas se llenaran de ganas de recuperar a Venezuela. Y esas ganas las están demostrando ahora, pues actualmente el país está atravesando una consecutiva serie de manifestaciones, para librarse de una vez por todas del actual gobierno. Y ahora es mucho mejor, porque no se trata de únicamente la Plaza Altamira luchando por Venezuela, sino de varias zonas de Caracas unidas por la misma causa. A pesar de que ha incrementado la participación política en diferentes áreas, hay sectores que no han aportado ni un granito de arena a la causa.
Las zonas protestantes han captado la atención extranjera, esto es de gran importancia ya que se han generado protestas a nivel internacional para hacer presión, hasta The New York Times publicó un artículo sobra la situación actual de Venezuela. El país es el centro de atención, otros países han ofrecido su ayuda, y los venezolanos en el exterior colaboran con medicamentos y máscaras antigás lacrimógeno para los manifestantes.
Los venezolanos que están en el exterior se han encargado de acosar a los chavistas que se atraviesan en su camino. En República Dominicana una venezolana acusó a Manuel Sosa de ladrón mientras se encontraban en un restaurante. En Líbano otra venezolana interrumpió una conferencia que estaba dictando Tarek William Saab, para gritarle que su pueblo se está muriendo. En una panadería lujosa de España, una venezolana le dijo a un representante del gobierno “qué bueno es comprar en panaderías donde hay pan y cachito”. Como estos hay muchísimos casos más, en los que venezolanos acusan a chavistas de ladrones, y les atribuyen la culpa de lo que vive Venezuela.
La presencia internacional suma puntos a esta causa, pues se trata de zonas que se hacen notar, a través de sus concentraciones, para decirles a Venezuela que es el momento de revocar este gobierno.
Fabiana Diab, es una venezolana viviendo en Líbano, quien ofreció su testimonio y se ha unido a varias protestas como forma de ayuda hacia su país. “Llevo 10 años viviendo en la capital de Líbano, me tuve que ir de Venezuela por la inseguridad, sin embargo mi corazón sigue allá. En agosto iré a Venezuela, de ser posible me uniré a las protestas y sin duda alguna llevo una maleta llena de medicinas para ayudar, pues cada quien aporta con lo que puede. Aquí en Líbano fui a una protesta que se realizó a una cuadra del hotel Legray, un hotel cinco estrellas muy lujoso, donde se estaba hospedando el defensor del pueblo, Tarek William Saab, fue una protesta pacífica en donde nos unimos varios venezolanos para “cacerolear” a Saab".
Daniel Ackerman ofreció su testimonio sobre su participación contra el gobierno en Madrid, España. “El 11 de mayo hubo una protesta frente al centro cultural venezolano. Semanas antes había leído que en ese lugar iba a haber un evento “supuestamente” de las víctimas de la guarimba, que realmente eran chavistas que estaban ahí con el embajador de Venezuela en España, Mario Isea, y desde que se convocó ese evento, pues los opositores también hicieron un llamado a concentrarse ahí en frente para boicotear el evento y demostrar lo que realmente está pasando en Venezuela, queríamos hacer ruido para que la gente viera que lo que pasa Venezuela no es lo que ellos iban a decir. Llegué a las 6:50pm y ya había full venezolanos reunidos fuera del centro cultural, todos estaban molestos, protestando, pegando gritos. Éramos más de quinientos venezolanos, había más gente que se quería unir pero la policía les recomendó no pasar a la zona donde estábamos. Estuve hasta las once de la noche. Yo me sentí orgulloso de lo que se logró, porque se hizo muchísimo ruido, la prensa fue y lo más importante de todo es que los venezolanos estábamos unidos de verdad, pues en esas cuatro horas logramos que los chavistas salieran”
Con estos dos testimonios se dice mucho. Dos personas, en una misma ciudad, llevan un día a día completamnete distinto. Grace tiene una vida mucho más limitada que Ivana, debido a las protestas, trancazos, marchas, etc.
Todo esto se remonta a las protestas del 2014 ocurridas en Venezuela, cuando la creciente preocupación por la economía, los niveles de criminalidad y corrupción llevaron al comienzo de las protestas en contra del gobierno de Nicolás Maduro. En estas protestas el contraste de zonas afectadas y zonas no afectadas era muy notorio, ya que Altamira se convirtió en un centro de lucha constante, a pesar de que también se hicieron marchas y paros nacionales en distintas zonas, la mayoría de las veces el resto de Caracas estaba tranquila, el foco principal de lucha siempre fue la Plaza Altamira de Caracas. Sin embargo toda esta guerra en contra de Nicolás Maduro acabó cuando el presidente, a través de una cadena nacional, dio un ultimátum a los opositores que se reunían desde comienzos de febrero en la Plaza Altamira, lo que conllevó al fin de las protestas de ese año.
Plaza Altamira 2014, la zona más afectada durante las portestas de ese año. |
Pero en realidad eso generó que las personas se llenaran de ganas de recuperar a Venezuela. Y esas ganas las están demostrando ahora, pues actualmente el país está atravesando una consecutiva serie de manifestaciones, para librarse de una vez por todas del actual gobierno. Y ahora es mucho mejor, porque no se trata de únicamente la Plaza Altamira luchando por Venezuela, sino de varias zonas de Caracas unidas por la misma causa. A pesar de que ha incrementado la participación política en diferentes áreas, hay sectores que no han aportado ni un granito de arena a la causa.
Las zonas protestantes han captado la atención extranjera, esto es de gran importancia ya que se han generado protestas a nivel internacional para hacer presión, hasta The New York Times publicó un artículo sobra la situación actual de Venezuela. El país es el centro de atención, otros países han ofrecido su ayuda, y los venezolanos en el exterior colaboran con medicamentos y máscaras antigás lacrimógeno para los manifestantes.
Los venezolanos que están en el exterior se han encargado de acosar a los chavistas que se atraviesan en su camino. En República Dominicana una venezolana acusó a Manuel Sosa de ladrón mientras se encontraban en un restaurante. En Líbano otra venezolana interrumpió una conferencia que estaba dictando Tarek William Saab, para gritarle que su pueblo se está muriendo. En una panadería lujosa de España, una venezolana le dijo a un representante del gobierno “qué bueno es comprar en panaderías donde hay pan y cachito”. Como estos hay muchísimos casos más, en los que venezolanos acusan a chavistas de ladrones, y les atribuyen la culpa de lo que vive Venezuela.
La presencia internacional suma puntos a esta causa, pues se trata de zonas que se hacen notar, a través de sus concentraciones, para decirles a Venezuela que es el momento de revocar este gobierno.
Fabiana Diab, es una venezolana viviendo en Líbano, quien ofreció su testimonio y se ha unido a varias protestas como forma de ayuda hacia su país. “Llevo 10 años viviendo en la capital de Líbano, me tuve que ir de Venezuela por la inseguridad, sin embargo mi corazón sigue allá. En agosto iré a Venezuela, de ser posible me uniré a las protestas y sin duda alguna llevo una maleta llena de medicinas para ayudar, pues cada quien aporta con lo que puede. Aquí en Líbano fui a una protesta que se realizó a una cuadra del hotel Legray, un hotel cinco estrellas muy lujoso, donde se estaba hospedando el defensor del pueblo, Tarek William Saab, fue una protesta pacífica en donde nos unimos varios venezolanos para “cacerolear” a Saab".
Daniel Ackerman ofreció su testimonio sobre su participación contra el gobierno en Madrid, España. “El 11 de mayo hubo una protesta frente al centro cultural venezolano. Semanas antes había leído que en ese lugar iba a haber un evento “supuestamente” de las víctimas de la guarimba, que realmente eran chavistas que estaban ahí con el embajador de Venezuela en España, Mario Isea, y desde que se convocó ese evento, pues los opositores también hicieron un llamado a concentrarse ahí en frente para boicotear el evento y demostrar lo que realmente está pasando en Venezuela, queríamos hacer ruido para que la gente viera que lo que pasa Venezuela no es lo que ellos iban a decir. Llegué a las 6:50pm y ya había full venezolanos reunidos fuera del centro cultural, todos estaban molestos, protestando, pegando gritos. Éramos más de quinientos venezolanos, había más gente que se quería unir pero la policía les recomendó no pasar a la zona donde estábamos. Estuve hasta las once de la noche. Yo me sentí orgulloso de lo que se logró, porque se hizo muchísimo ruido, la prensa fue y lo más importante de todo es que los venezolanos estábamos unidos de verdad, pues en esas cuatro horas logramos que los chavistas salieran”
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